José Chávez Morado (México, 1909- 2002)
La Historia de la Electrocardiografía, 1953
Óleo sobre masonite 131 x 185 cm
José Chávez Morado (México, 1909-2002), fue un artista que destacó por sus pinturas murales y su pintura de caballete, egresado, junto con Juan O’Gorman, Raúl Anguiano y Alfredo Zalce, de la Escuela Mexicana de Pintura.
Desde muy temprana edad estuvo interesado en las artes, especialmente el dibujo, y en 1930 tuvo la oportunidad de estudiar en la Escuela Nacional de Bellas Artes en la CDMX. Pocos años después fue comisionado para realizar sus primeros murales y en 1944 tuvo su primera muestra individual en la Galería de Arte Mexicano. Recibió el Primer Premio en el Concurso de Grabado amparado por el Departamento del Distrito Federal, con motivo del XXV aniversario de la Revolución Mexicana, además, fue Secretario General del Sindicato de Profesores de Artes Plásticas en 1948 y un año después del Salón de la Plástica Mexicana.
Su trabajo mural puede ser apreciado en Ciudad Universitaria, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y en el Museo Nacional de Antropología. Sus piezas destacaban por el uso que hacía de diferentes materiales y técnicas ––ejemplo de ello, el mosaico en vidrio, utilizado por primera vez en uno de sus murales en Ciudad Universitaria–– y las exploraciones que realizaba con piedras de color, la cantera, el bronce, la terracota y la vinilita, entre otros; motivo por el cual, tanto su técnica como su obra artística fue muy variada y valorada.
La pieza que con gusto les compartimos es una alegoría a la historia de la electrocardiografía y a los cardiólogos mexicanos, en el cual se les celebra por su experticia. Fue producida ex profeso para la conmemoración de estos grandes médicos que vemos retratados y en celebración al Instituto Nacional de Cardiología, donde el artista destaca la técnica y el estilo muralista en los detalles.
La historia de la electrocardiografía en México, es una pieza que nos permite ver la destreza del Maestro, ya que deja ver la firmeza de sus trazos, así como el cuidado en los detalles. Es una obra de caballete que nos permite adentrarnos al mundo muralista de la Escuela de Pintura Mexicana, donde la pintura social y el sentido de la medicina se unen en un mismo espacio.
Si esta obra pudiera ser de su interés, por favor déjenoslo saber para seguir la conversación. Estamos a sus órdenes.
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